jueves, 17 de noviembre de 2011

El Chorrillo ardió como Berlín

Foto: E.Carvajal.

Ciudad de Panamá/Enero 2011.-Estoy parado en una esquina y a dos casas a mi izquierda está el hogar de Roberto "Mano de Piedra" Durán, el legendario boxeador panameño. Claro, estoy cerca de lo que fue su primer hogar. Aquí, hace 22 años, un 20 de diciembre de 1989, el corregimiento de El Chorrillo fue bombardeado por los Estados Unidos.
Los proyectiles, que caían lanzados desde el mar, y 26 mil soldados estadounidenses invadieron Panamá bajo el nombre de una operación denominada "Causa Justa". Las cuadras siguen siendo tan pobres como cuando las bombas las destruyeron. Nada ha cambiado.
Según datos oficiales de los Estados Unidos, en total, fallecieron 314 militares panameños, 202 civiles y 23 soldados estadounidenses. Las cifras extraoficiales hablan de 6 mil víctimas civiles.
Estoy sentado, en una de las esquinas de El Chorrillo, comiendo pescado frito. La temperatura es alta. El Gobierno panameño realiza trabajos de remodelación en algunos de los edificios, haciendo mejoras en infraestructura, con el fin de cambiarle la cara al lugar.
Los que venden pescado ni se inmutan. Con un techo hecho de latas viejas en sus cabezas evitan que los pedazos de cemento les caigan encima a ellos y a mí también. ¿Cómo sabe un pescado frito aquí? ¡Delicioso! Es lo único que puedo decir.
La vida se detiene por un instante. El ajetreo de Ciudad de Panamá se olvida, los Diablos Rojos pitando por todo lado, cientos de personas caminando por sus aceras, los gritos de los taxistas peleando con los demás choferes.
Aquí, en El Chorrillo, se escucha a lo lejos una mujer hablando con su vecina, muchachos jugando en la calle, algunos niños corriendo y la pobreza, común denominador, estableciendo el control de clases:  nadie es más que nadie, nadie tiene más que nadie.
Estadísticas del Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y la Organización de Naciones Unidas, Panamá tiene el ingreso per cápita más alto de América Central, de unos $13.090. Ese dinero, no lo veo en estas calles.
El Cuartel General de las Fuerzas Armadas de Panamá queda a 300 metros de esta esquina, rodeado de la clase más pobre de esta ciudad, que ahora en el 2011, tiene niveles de inversiones económicas altísimos, pero nadie vuelve a ver para abajo, nadie se acuerda de El Chorrillo.
Sentado, bajo las latas de este techo improvisado, no dejo de pensar en la canción de Rubén Blades, “20 de diciembre” y en aquella frase que dice:

“…La confusión era infernal. Llovían bengalas, lanzadas
desde el mar. ¿Cuántos murieron? No lo sé.
Niño Jesús, dígalo usted….”

Hoy, no llueven bombas, llueven necesidades.

2 comentarios:

  1. Muchas gracias por la explicación. Oí la canción y no sabía de que hablaba. Saludos

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  2. Muchas gracias por la explicación. Oí la canción y no sabía de que hablaba. Saludos

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